Las TIC en la enseñanza de lenguas extranjeras

 Las nuevas tecnologías llegaron (y siguen llegando) a nuestra vida para quedarse. Las tecnologías de la información y comunicación (TIC), experimentaron un desarrollo sin precedentes al comienzo de los años ’90. A partir de ahí, Internet se convirtió en una red de fácil uso, que modificó las pautas de interacción social. No solo cambió la manera de interactuar con las personas, sino que también se introdujeron numerosos avances y desarrollos en distintos ámbitos de la vida (empresas, educación, sanidad, etc.). 

Cuando yo estudiaba en el colegio (aproximadamente con 10 años), recuerdo que nos dieron por primera vez un ordenador portátil que utilizábamos para realizar algunas actividades en clase. Considero que no sacábamos el máximo rendimiento al ordenador ya que en ese tiempo no había demasiadas aplicaciones, y mucho de los alumnos tenían dificultades para conectarse a una red wifi en casa. Por ello, el uso de estos ordenadores no fue bajo mi punto de vista demasiado exitoso. También pienso que influyó el desconocimiento que los profesores tenían acerca de las nuevas tecnologías. 

Más adelante, en el instituto, sí que fue evidente un gran desarrollo de las TIC. En todas las clases disponíamos de pizarras eléctricas (con altavoces), que estaban conectadas al ordenador del profesor. El aspecto negativo que tuve personalmente es que los profesores no le sacaban el máximo provecho a todas estas nuevas tecnologías y el uso que hacíamos de ellas era escaso o nulo. Los profesores preferían seguir métodos tradicionales. 

En la universidad, algunos profesores innovaron muchísimo, implementando el uso de las TIC en el aula al 100%. Durante estas clases aprendíamos a la vez que disfrutábamos ya que nos parecía muy interesante aprender utilizando el móvil o los ordenadores (cosa que no habíamos hecho nunca antes). Después de toda mi experiencia como estudiante y la breve como profesor, puedo establecer que el uso de las TIC en el aula para aprender lenguas extranjeras es esencial. No solo por la gran variedad de aplicaciones que podemos usar, y la gran cantidad de contenidos que podemos abarcar, sino también por el aspecto lúdico y motivador que hace que el aprendizaje sea completo y se dé en unas condiciones óptimas.